Recientemente a los congresistas de Republica incluidos los de Apurímac les asignaron un bono de 9 mil 900 soles por concepto de “horas extras y trabajo acumulado”, una motivación injustificada para la mayoría de peruanos. Tres legisladores devolvieron ese dinero, otro grupo defiende este ingreso extraordinario, pero nuestros congresistas apurimeños guardan un silencio absoluto.
A pesar de que el Perú atraviesa por una grave recesión económica y muchos sectores laborales están a punto de acatar huelgas por mejoras salariales, desde el Congreso defienden este bono que la Mesa Directiva de Alejandro Soto (Alianza para el Progreso) dispuso para ellos y sus trabajadores.
Solo basta retornar a la época de campaña en Apurímac, cuando nuestros ahora congresistas ofrecían una labor digna y de vocación de servicio, pero al parecer todo quedó en discurso y ahora que les asignaron un dinero adicional que no se merece este Congreso, Paul Gutiérrez Ticona y Elizabeth Taipe Coronado, prefirieron desaparecer del escenario político.
El tema es bien cuestionado por la población, sobre todo en Abancay donde una vez más se muestran decepcionados por la clase política. ” ¿Horas extras y trabajo acumulado? Esa es una justificación absurda para sacarle más plata al Estado. Si tanto trabajan deberían demostrarlo en un audiencia pública para que nos demuestren con hechos qué proyectos de Ley hicieron en favor de Apurímac y qué labor de fiscalización cumplieron en todo este tiempo donde solo vemos corrupción en las altas esferas”, nos comentó un indignado ciudadano.
Lo cierto es que, un congresista recibe 14 sueldos de 15 mil 600 soles al año. Además, de 7 mil 617 soles unas doce veces al año para sus funciones de representación. Y a esto se suma que, durante una semana específica del mes, reciben otro bono de 2 mil 800 soles mensuales por labores de representación. Esto suma 26 mil soles mensuales. Y ahora en noviembre con el bono de 9 mil 900 soles, cobraron 35 mil 917 soles.